Los filtros autónomos, son una solución para cintas con capotas
cerradas, redlers, tolvas, norias, silos o cualquier equipo que tenga un
volumen hermético.
Su característica es que no posee tolva, ni válvula rotativa. El
cuerpo del filtro se toma directamente en el equipo a deprimir.
El ventilador se acopla directamente al cabezal, generando una instalación
muy compacta.
El filtro aspira y descarga directamente sobre la cinta o sobre el
cuerpo del equipo al que está tomado.
En general está solución se adopta para aspiraciones puntuales y el
caudal varía entre 50 y 80 m3/min.